“Tuve una niñez muy linda, rodeada de mucho cariño”. Maritza es la cuarta de cinco hijos, tres mujeres y dos hombres. “Tengo muchos ángeles, pero dos de ellos son un hermano y una hermana que ya fallecieron”. Sus papás formaron a todos sus hijos, bajo un concepto de amor y valores. Desde niña su personalidad y carisma eran notorios, le gustaba reunir a los niños de su Colonia para jugar, “Me encantaba enseñarle cosas a los niños”.
Desde que era muy pequeña se sentía diferente, porque en su familia son rubios, blancos, altos y otros morenos. “Recuerdo que pensaba que tal vez si me bañaba con leche podía blanquearme un poco”. Siempre cuidó de su abuelita, y le gustaba mucho atenderla, “todos me decían que sería muy bendecida por hacer lo que hacía con mi abuelita”.
“No fui tan buena estudiante” nos comenta riéndose, perdió Segundo, Cuarto y Quinto Primaria, era muy “capiusera”, le gustaba irse a cortar frutas a los árboles de las cercanías. Recuerda que su hermano le ayudaba mucho con matemática porque no le gustaban los números.
Vivió 3 años en la Antigua donde se graduó de Maestra, “fue inolvidable estudiar ahí”… Cuando se graduó no quería regresar a Chiquimulilla, lugar donde nació, no había universidad y sabía que ahí no tendría un gran futuro. Así que decidió viajar a la Ciudad Capital en donde trabajó como Asistente Dental. “Ganaba Q125.00”, de los cuales Q80.00 eran para pagar la pensión donde vivía y el resto lo utilizaba para visitar a su familia en Chiquimulilla.
“Mi papá con mucho esfuerzo nos puso a estudiar a todos, es un gran ejemplo, un buen administrador y muy previsor”. Ella siempre quiso algo diferente en su vida y dentro de ella sabía que tenía la capacidad para lograr muchas cosas. Trabajó como asistente durante 2 años, y estudió un Profesorado en Pedagogía en la Universidad pero en su último año por distintas situaciones no logró cerrar la carrera.
El amor llegó a la vida de Maritza y está casada con un maravilloso hombre con quien tuvo 2 hijos hermosos. Siguiendo lo que aprendió en casa, los educó en la Fe y valores. “En ese tiempo no trabajaba porque mi esposo prefería que cuidara de nuestros hijos”. Ambos estuvieron con sus hijos en todas sus experiencias, actividades personales y del colegio. “Siempre traté de ser un ejemplo para ellos”.
Cuando ingresó a Mary Kay, únicamente le dedicaba medio día al negocio. Por las mañanas mientras sus hijos iban al colegio, ella aprovechaba a buscar clientes y realizar Fiestas del Cuidado de la Piel. Por las tardes cumplía sus funciones como mamá y ama de casa. “Nunca deje a mi familia por el trabajo”. El negocio empezó a darle a Maritza resultados increíbles, que le permitieron ayudar a toda la familia. Traslado a sus papás a vivir en la ciudad y les rentó una casa.
Maritza nos cuenta que aunque vive una Vida Color Rosa, no todo ha sido de ese color, pues perdió a su mamá, a dos hermanos y a su hijo. “fue una experiencia dura y sufrí mucho su pérdida”, pero a través de ello valora ahora más la vida. Ahora vé lo que pasó como un ejemplo para aconsejar y ayudar a las personas. “Sé que mi hijo desde el cielo me envía bendiciones”.
Maritza adora a sus nietos. Silvia María, su hija, quien también es Directora Mary Kay®, es su mayor galardón y el haber compartido con ella el legado del Directorado ha sido una de las enseñanzas más grandes que le ha dejado. Lo más importante en su vida es tener a Dios y los pies sobre la tierra, le encanta valorar todo lo que tiene. “Creo que lo más importante es dejar huella, poder impactar a personas que piensan que no pueden y que se han quedado estancadas”.
Nunca perdió de vista llegar a ser Directora, y luego el sueño de ser Directora Nacional. “Ahora que vivo ese sueño, sigo trabajando para lograr más niveles del Directorado Mary Kay® y seguir enriqueciendo vidas con mi fabulosa Área Cerrate”.
«Soy una mujer que ama lo que hace, que cree en las mujeres y busca como apoyarles para que se desarrollen y tengan éxito en la vida». Inició esta trayectoria en Agosto del 2011, junto a su esposo ya que él ha sido un gran apoyo desde el inicio hasta el día de hoy. Como muchas mujeres que forman parte de la compañía Inicio su negocio porque necesitaba “Dinero”. Tenía a su mamá paralítica con una lesión de columna cervical, a su hermano en el hospital en coma, un esposo desempleado y un negocio de pollo frito a punto de quebrar, todo a la misma vez. “Aprendimos que nada pasa en esta vida por casualidad y que Dios puso ángeles en nuestro camino para llevarnos a cumplir nuestro propósito… Enriquecer la vida de la Mujer Guatemalteca”.
“Recuerdo perfectamente el día que mi Directora Nacional me invito a una reunión de Mary Kay®, en realidad me llevó engañada porque me dijo que me invitaba a desayunar”, lo que Claudia no sabía era que el desayuno era de Mary Kay®, “yo pensaba que era vender por catálogo,” adicionalmente nunca había vendido nada y tampoco creía tener a nadie conocido a quien ofrecerle producto, así que cada vez que le hablaban de Mary Kay®, Claudia simplemente no ponía atención. Pero en este desayuno al que asistió, una Directora explicó cómo funcionaba la oportunidad del negocio y todos los fabulosos beneficios que podíamos tener a través de él, y así comenzó su historia, tocando las puertas de sus vecinas, ofreciendo un facial de cortesía a cada mujer que conocía en la colonia, en la calle, en el banco, donde hubiera mujeres que tuvieran piel. Su esposo nunca la dejo, “siempre estuvo conmigo en todo momento”, incluso en los momentos más difíciles. “Hemos atravesado miles de historias juntos como cuando teníamos un carro viejito que pinchaba llanta a cada rato y se apagaba porque no le servía la batería, el empujaba el carro y yo lo arrancaba al empujón, a veces no teníamos ni para comer, nos cortaron la luz y el agua varias veces, pero íbamos y veníamos de un lugar a otro haciendo clases del Cuidado de la Piel, porque es verdad, una Fiesta diaria, te hace millonaria.”
A los 6 meses de haber iniciado su negocio, nació el sueño de ser Directora y en su noveno mes se graduó como Directora Independiente de Ventas Mary Kay® y “El resto es solo parte de una hermosa historia junto a mi familia y mi maravillosa Unidad D’ORO”. Juntas han ido construyendo logros, sueños, recompensas y experiencias que muestran cada día que la Compañía es el lugar correcto para cumplir un propósito de vida.
“Muchas veces me preguntan ¿Cómo has hecho para llegar a donde estás en tan poco tiempo?, yo solo puedo decir: primero Gracias a Dios, porque si lo pones a Él en primer lugar todo en la vida te va bien, segundo, gracias a mi esposo que siempre me ha apoyado en todo y hasta en lo que parece una locura, tercero gracias al maravilloso equipo de mujeres que forman la Unidad D’ Oro, cuarto gracias a las ángeles que Dios ha puesto en mi camino y han creído en mí y quinto gracias a mi determinación, porque he aprendido que en la vida para tener éxito debes determinarte, porque cuando una persona se determina a hacer algo y cree que lo puede hacer… ¡Lo logra!, ¡tú también PUEDES!”
Conoció la oportunidad Mary Kay®, hace más de 20 años, para ella su carrera ha sido una metamorfosis, -“Muchas cosas han cambiado en mí y sigo aprendiendo para cambiar la vida de muchas mujeres.“ –
Su interés por la Oportunidad surge (como muchas de las mujeres en Mary Kay®), después de una ruptura sentimental con su pareja después de 15 años de matrimonio, “fue muy duro, pues yo soñaba con envejecer con mi esposo”, pero por distintas situaciones, tomó la decisión de separarse. Después de la separación, examinó la razón por la que fracasó su matrimonio, y encontró que la falta de valores causó tal situación. “Cuando encontré estos valores decidí transformarme y trabajar hacia una nueva integración familiar”. “Empecé mi negocio con una tarjeta de crédito prestada pues no tenía fondos para hacerlo”, las personas en ese tiempo dudaban mucho de una mujer que al no tener respaldo de su pareja pudiera pagar una deuda, hasta que encontró a alguien que le dio una tarjeta de crédito prestada. La transformación más grande que tuvo, fue enseñar a sus hijos a vivir con los valores bien definidos que Mary Kay® le brindó. “Esto me dio la satisfacción de verlos convertirse en jóvenes trabajadores, profesionales y responsables en sus hogares.” “Cuando me invitaron a conocer la oportunidad Mary Kay®, me dijeron -y dicen que regalan viajes y carros- . Yo solo pensaba – tener un vehículo para viajar y tener disponibilidad económica parecía muy lejos.-”. Luego comenzó su transformación personal, Logró comprar un carro que aunque la dejaba cada dos cuadras para ella fue el impulso a su trabajo y sobre todo un medio para sacar a pasear a sus hijos. La actitud ante todos estos retos ha sido un factor determinante en el éxito de Glenda. Construí mi hermosa casa, “cremita a cremita”. Este hecho fue una parte importante del crecimiento de Glenda en la carrera Mary Kay®, ella tenía muy claro que debía hacer. Su meta era visitar cinco clientas diarias, las cuales la ayudarían a tener una vida llena de oportunidades.
La realización personal vino acompañada del magnífico don de hablar en público, “no sabía que podía motivar, vender, construir un mundo mejor para mí y mi familia”. Estas maravillosas cualidades la han hecho brillar en muchos de nuestros Eventos, capacitando a miles de Consultoras.
“Me considero una mujer leal a mi compañía”. Glenda tiene un alto sentido de responsabilidad con la compañía ya que está plenamente consciente de que Mary Kay® ha sido la forma de criar a sus hijos y darles una vida mejor, de formar líderes fuertes y de enriquecer a miles de mujeres en el país.
Glenda aprendió muchas cosas de Líderes de la Compañía, sobre todo el tener sueños que ahora son una realidad para ella, actualmente es portadora del TROFEO SOBRE RUEDAS, ha viajado a muchos países alrededor del mundo al Estilo Mary Kay® y es una de las figuras máximas del Directorado en Mary Kay® Guatemala. Le encanta su trabajo, y el motivar y trasformar la vida de las mujeres. “simplemente soy feliz en mi trabajo”. Sueña, trabaja, y construye día a día un futuro maravilloso para ella, su familia y su fabuloso equipo. “Mary Kay tenía idea de la capacidad de las mujeres, pero no imaginó hasta donde llegaría su legado”
Puedo decir que en este momento tengo una vida plena y he honrado la memoria de mis abuelas, de mi padre y la vida de mi madre al seguir su ejemplo de trabajo, perseverancia, superación y servicio a los demás. Empecé mi negocio Mary Kay® en el año 2012 siendo ama de casa, esposa y madre de 4 hijos. Decidí tomar esta oportunidad sin saber todos los beneficios que traería a mi vida, lo único que quería en ese momento era mejorar el aspecto de mi piel.
Desde el inicio, logré alcanzar los niveles de ventas e inicios más altos a nivel nacional, convirtiéndome en Directora de Ventas en Septiembre del 2014 y ganarme el famoso Trofeo Sobre Ruedas en mi primer año de Directorado. Actualmente dirijo uno de los mejores equipos del país.
Con Mary Kay he podido descubrirme a mí misma y desarrollar habilidades y destrezas que no conocía y me convertí en una profesional de la belleza, pero sobre todo en una mejor persona, esposa, madre, hija y líder.
Mary Kay® ha mejorado mi estilo de vida y me ha brindado la oportunidad de disfrutar con mi familia de la comodidad y calidez de un hogar agradable. Siempre nos ha encantado viajar y ahora podemos disfrutar de viajes exclusivos viviendo experiencias únicas más a menudo.
Otro de los objetivos que logre con mi negocio Mary Kay® es asegurar un ingreso mensual para mi retiro.
Desde el día que empecé hasta el día de hoy mi por qué y yo hemoscambiado. Inicialmente lo hice por mi misma, luego por mi familia, y ahora me levanto cada día con el firme propósito de encontrar a una mujer que pueda descubrir lo maravillosa que es y así ser capaz de lograr todo lo que desee por medio de este negocio, enriqueciendo su vida y la vida de otras mujeres.
Lo que me encanta de trabajar en Mary Kay® es que no tuve que cambiar mis prioridades centradas en Dios, mi Familia y ahora en mis Consultoras.
«Desde niña iba a la feria de mi pueblo a comprar libritos para colorear, en dónde anotaba todo lo que deseaba lograr en el año.» Esta frase encabeza la historia de nuestra Directora Senior Evelyn Domínguez, ya que desde niña siempre tuvo claros sus sueños, desde ser abanderada, reina de su lugar de estudio y mejorar su alimentación, hasta ser una empresaria de éxito.
Estudió en Antigua Guatemala, ya que sus papás no la dejaron estudiar en la capital, su mayor visión era hacer las cosas bien y mejorar cada día. “En mi proyecto de vida del colegio pude ver todo lo que había hecho y tuve más claro lo que quería ser”. Esta visión la llevó a tener el sueño de poseer una empresa de Jade y estar en un lugar en donde pudiera ayudar a las mujeres. Nunca imaginó que Mary Kay® sería ese lugar de ensueño.
“Siempre pienso que mi trabajo es muy lindo,sé que mis palabras llegan a las mujeres con las que comparto mi negocio y lo más satisfactorio es escuchar el gracias al haber aportado algo de valor a sus vidas. Tengo muchos sueños en Mary Kay®, uno de ellos es viajar, estoy enfocada en tener unas vacaciones de ensueño al estilo Mary Kay®, y que mejor que la Compañía, para lograrlo”.
El Directorado Nacional es otra de sus metas, “confío que la gente que tengo es la correcta y que Dios me ha dado la sabiduría para desarrollar las habilidades y el potencial de estas mujeres”. No hay nada más bonito que el Directorado, comenta Evelyn, para ella es una oportunidad para ayudar y para desarrollar a muchas personas.
“Compartir la oportunidad Mary kay, es lo más importante en esta Carrera, no me limito a hacerlo pues sé que muchas mujeres tienen necesidades en sus vidas. Entre más damos más recibimos, entre más enseñamos más aprendemos” Parte importante del trabajo es inyectar fe, y confianza para lograr sus metas, y sueños. La clave del Desarrollo de Equipo es enseñar con el ejemplo, me mantengo activa en mostrarles, en emocionarlas y contagiarles mi ánimo.
Utilizo mucho las redes sociales para difundir este ánimo, ya que tengo muchas chicas en distintos lugares del país. Apoyarme de estas herramientas me ayuda a crecer cada vez más.
“He tenido dificultades en la carrera” pero para mí son oportunidades que me han ayudado a mantenerme empoderada y mantener vivo mi sueño de ser Nacional. Figuras como Sonia Paez, (DNV E.U) Aitziber Etxebarrieta, (DNSV España), me ayudan a seguir luchando por lo que quiero.
Para ella y su equipo las Fiestas del Cuidado de la Piel son el corazón del Negocio, sus chicas realizan Fiestas y han tenido excelentes resultados. “Siempre vendía, en las Fiestas del Cuidado de la Piel, pero me daba miedo ofrecer la oportunidad” Cuando comenzó a hacerlo, ya no quiso parar. En esas Fiestas tuvo su tercera integrante de equipo, la cual ahora es una magnífica Directora de Ventas.
«Amo Mary Kay® por sus prioridades: Dios, Familia y Carrera.» Mary Kay® llegó a mi vida en los momentos más difíciles que enfrentaba, y fue con mucho esfuerzo y constancia que logre alcanzar las metas que me propuse. Hoy vivo mis sueños y ayudo a otras mujeres a alcanzar los suyos.
Gloria inició su carrera hace 9 años. Siendo madre de dos niñas pequeñas y esperando un bebé tuvo que enfrentar una situación muy dificil al perder al padre de sus hijos. De ahí se vio en la necesidad de buscar un ingreso para poder sustentar su hogar, ya que a partir de ese momento, su familia dependía totalmente de ella.
Es así como comenzó su Negocio Mary Kay®, con mucha constancia y apoyo de sus hermanas Consultoras y Directoras.
Como ella lo explica en sus propias palabras: «Mi Directora Nacional Maritza de Ochoa siempre ha creído en mí y en todo el potencial que tengo, ella fue quién más estuvo comingo apoyándome en ese momento de prueba para yo emprender mi negocio Mary Kay®. Y desde entonces he tenido un estilo de vida como yo siempre habia deseado, amo Mary Kay® por sus prioridades Dios, Familia y Carrera.»
Las recompensas han sido muchas pero su mayor satisfacción ha sido poder ayudar a otras mujeres a alcanzar su sueño a través de la Carrera Mary Kay®.
“La compañia me dio algo más que una oportunidad de trabajo.” Ella pensaba que la Oportunidad Mary Kay® era una forma de trabajo, sin embargo se dió cuenta que iba más allá de eso: Ha enriquecido su vida intelectual, espiritual y financieramente, y a la vez sigue enriqueciendo la vida de otras mujeres.
Sara Lima tiene 65 años, es madre de 5 hijos y se inscribió a Mary Kay hace 18 años, buscando una oportunidad de trabajo, pero la empresa le dio mucho más que eso, le concedió seguir conociendo a Dios abriendo su corazón a una nueva etapa espiritual, sin descuidar a su familia. Aprendió a administrar su tiempo y por supuesto su negocio propio. Ha podido compartir con más compañeras, aprendiendo mucho de esta experiencia. Para ella Inversiones Masdel ha sido una gran oportunidad para todas las mujeres de Guatemala que tienen el deseo de superarse.
Como lo explica en sus propias palabras: “He disfrutado cada momento compartiendo la Carrera Mary Kay y gracias a ello he logrado ser Directora desde hace 3 años. Me encanta mi trabajo porque puedo adecuar mi tiempo al trabajo y a mi familia. He podido compartir con más compañeras, aprendiendo mucho de cada una de ellas.
Girasol es el nombre de mi Unidad, la cual ha sido una cajita de sorpresas, retos, pero sobre todo de mucha bendición, me siento tan orgullosa de cada una de las que conformamos el grupo y lo mucho que hemos logrado juntas, esperando en Dios más éxitos.”
Hoy, después de 20 años aprendí que el éxito tiene un mejor sabor si se comparte con los demás, y cuando se logra a través de ayudar a otras personas a lograr sus propios sueños”.
Siempre he creído que las casualidades no existen, estoy convencida de que la Oportunidad Mary Kay® llegó a mi vida como uno de los planes de Dios. Sin tener noción de lo que era los negocios, ni las ventas, incursioné (con algo de temor) en Mary Kay® con el anhelo de poder dar una mejor vida a mis hijas.
Todo comenzó en un lugar lejano a la Capital y yo contaba solamente con las instrucciones del Portafolio de Inicio, sin sospechar cuánto me iba a cambiar la vida. Al año de haber iniciado, estaba entre las Máximas de Ventas y justo en ese tiempo, asistí a un Seminario, invitada por mi Directora Maritza de Ochoa, donde la invitada especial era Betty Llaca… Después de esa charla, mis ojos se abrieron a un mundo totalmente diferente al que ya vivía y desde entonces aprendí a soñar…
M primera Unidad fue Roca Fuerte. Empece a buscar mujeres, capacitarlas, enseñarles y equiparlas en lo que yo iba aprendiendo también, esto fue en Mazatenango. Poco a poco empezaron los Viajes VIP, los cheques, los premios, el Trofeo Sobre Ruedas en ese primer Directorado.
Pasaron 11 años y por razones personales y familiares me mude a la Capital y tuve que comenzar de cero. Estas adversidades me fortalecieron y me llevaron a retomar mi Carrera Mary Kay®.
En tan sólo 8 meses, y sin conocer a nadie logre graduarme como Directora de Ventas por segunda vez contando con la valiosa ayuda de las Integrantes de mi nueva Unidad Vuelo de Águila.
Verónica inicia su camino en Mary Kay desde hace 3 años.
Un día al salir de la Iglesia tenía una inquietud en su corazón y se preguntó que pasaría si iniciaba su Negocio Mary Kay®. Inmediatamente llamó a la persona que le vendía los productos y le preguntó qué era lo que tenía que hacer para empezar.
A pesar de tener un trabajo que le absorbía todo el tiempo, se atrevió a dar el paso. Su Consultora de Belleza le presentó a quien se convirtió en su inspiración: Maritza de Ochoa, Directora Nacional. Después de haberse decidido a emprender su propio negocio, en tán sólo 2 años y medio alcanzó el tan anhelado Directorado, liderando a su Unidad Victoria, un equipo de mujeres maravillosas.
Una de las cosas que más le gusta es buscar nuevos clientes, pero su verdadera pasión es compartir la Oportunidad Mary Kay, ella lo dice en sus propias palabras:
“Sé que este tiempo y esta maravillosa Compañía, Dios la tenía para mí y el poder ser su instrumento para transcender es maravilloso. Cómo muchas mujeres crecí con valores sin embargo dentro de Mary Kay los he fortalecido día tras día. ¿Por qué sigo en Mary Kay®?, porque a través de este maravilloso negocio soy mi mejor versión, porque descubrí talentos que no sabía que poseía, porque al ser partícipe de los sueños de otras mujeres Dios se encarga de los míos, porque desde que mis prioridades son (Dios, Familia y Carrera) mi vida tiene un sentido diferente.”
La Paz
“La Paz es esencial en todos los aspectos de nuestra vida, en el ámbito personal, hacia la familia, y en nuestro diario vivir con las personas que conforman nuestro Negocio Mary Kay®. Es la base para la armonía consigo mismo y con los demás para tener una vida serena y tranquila agradeciendo la existencia.”
Estoy tan agradecida con Dios que no se olvidó de mí y de mis anhelos.» “Nunca imaginé que el día que inicié mi Negocio Mary Kay®, era el primer día de unaVIDA de aprendizaje, prosperidad, crecimiento personal y el gran reto de vivir: DIOS PRIMERO, FAMILIA SEGUNDO Y CARRERA EN TERCER LUGAR.”
Lía llega a Guatemala en el año 2,000 acompañando a su esposo como Misioneros para enseñar la Biblia en Cubulco, Baja Verapaz. Fueron años en los que ella no encontraba su visión, se sentía desanimada. En el año 2,004 Betty Chocolate de Quetzaltenango, llegó a su Iglesia a visitar con el Coro y fue ahí donde tuvo la oportunidad de presentarle a Mary Kay®. Lía no sabía si quiera que la Empresa existía en Guatemala y a pesar de su poco dominio del idioma español según sus palabras: “Decidí ir en frío a las tiendecitas del pueblo. Me maquillé y me vestí con algo bonito y en una pequeña tarde cubrí todo el pueblo. Visite a las personas referidas de esas tiendas, por nombre fueron Betty, Lidia y Mary Blanca.”
Lía está convencida que ese vacío que sentía fue una preparación de Dios para la Misión Mary Kay® en su vida. Pasaron varios años hasta que se decidió a empezar a compartir la Carrera con otras mujeres. En Enero del 2015 se gradúo de Directora de Ventas, después de haberse retado a empezar a desarrollar su propio Equipo de Ventas. “Me iré de Guatemala este año, pero llevo lo más hermoso de este país en mi corazón: Mi Familia Mary Kay®, que la conforman mis Clientas, mis Consultoras y compañeras de trabajo, Directoras preciosas que me han inspirado mucho. ¡Y a la Empresa que siempre me apoyó! No fue siempre tan fácil, pero juntas logramos algo especial que primero Dios perdurará por mucho tiempo”
Voluntad
“La voluntad es la capacidad de hacer algo, o no hacer nada. Si aplicamos este valor de manera positiva en nuestros Negocios alcanzaremos todo aquello que nos propongamos como meta. Sea la tarea más sencilla, o la meta más complicada todo requiere de buena voluntad para realizarse”
Pasión
“La vida es muy corta como para no amar lo que hacemos, la razón por la que lo hacemos y con quiénes lo hacemos. Cada día al levantarte debes preguntarte: ¿Es esta mi pasión?, ¿amo lo que hago? Pasión es amar lo que hacemos y luchar cada día por mejorar lo que ofrecemos a los demás.”
«Puedes alcanzar todos tus sueños y los anhelos de tu corazón» En esta carrera descubrí mis talentos y potencial para ayudar a otras mujeres que al igual que yo transformen sus vidas y las de sus familias.”
Maritza inició su carrera el 31 de octubre de 1996, después de recibir un facial de cortesía después de eso la invitaron a una reunión en oficinas zona 9, a la cual fué y le encanto la motivación que había en ese lugar, en sus palabras: “Nunca había asistido a una oportunidad de negocio como esa, habían mujeres como yo pero que tenían un brillo especial, que estaban siendo premiadas con tremendos cheques, (que pensé que no eran reales), jajajaja pero que si lo eran, me gustó el ambiente que se estaba dando”.
Inició su negocio con un préstamo de dinero para pagarlo en un mes y durante ese tiempo lo multiplicó de tal forma que pagó la deuda y le quedó capital para seguir invirtiendo. A los 6 meses de eso estaba recibiendo su primera visa para viajar a Estados Unidos pues fue ganadora del extraordinario viaje a Dallas, y tuvo la oportunidad de conocer a nuestra querida MARY KAY ASH. Una experiencia inolvidable que le permitió amar cada vez la carrera y marcó su vida de tal manera que sigue creyendo que Mary Kay® es un plan de Dios para su vida Maritza ha cosechado muchos triunfos y sorpresas: Premios, satisfacciones, metas realizadas y viajes, en sus momentos difíciles
de lágrimas y tristezas sabe que esta Compañía tiene valores sólidos, los cimientos DIOS, FAMILIA y CARRERA le han ayudado a levantarse cuando las cosas no salen como ella quiere.
“Ahora me considero una mujer llena de FE, de un poder EXTRAORDINARIO que solo viene de DIOS. En esta carrera descubrí mis talentos y potencial para ayudar a otras mujeres que al igual que yo transformen sus vidas, y las de sus familias, creo que toda mujer ¡PUEDE LOGRAR ALCANZAR TODOS SUS SUEÑOS Y LOS ANHELOS, DE SU CORAZON! Hoy en día me siento realizada,bendecida, llena de nuevos sueños, no sólo para mi fabulosa Unidad Nissi, sino también para mi familia a quien tanto amo y por la cual sigo luchando, pues deseo ser el ejemplo de mi descendencia y el orgullo de mis amados padres, estoy en la mejor Compañía de mujeres ayudando a otras mujeres. El PODER está en cada una de nosotras,debemos sentirnos importantes,porque lo somos. Estoy agradecida con DIOS, y con la persona que ÉL usó para que conociera el fascinante mundo MARY KAY®.
Integridad
“La integridad es rectitud, totalidad y plenitud. En un negocio como el nuestro es una virtud que debe estar presente en todo momento, cuando conocemos a las personas, cuando desarrollamos equipo, cuando vendemos un producto. ”
Fidelidad
“Es lealtad, veracidad y exactitud. Ser fieles a lo que creemos, a lo que vivimos y a nuestra filosofía de trabajo. Es importantísimo aplicarla y vivirla cada día de nuestras vidas.”
«Los sueños son tuyos ve, persíguelos con insistencia, alcánzalos, comparte y disfruta.” En Mary Kay® he tenido la bendición de poder conocer personas maravillosas que me inspiraron y motivaron a soñar en grande, a perder esos miedos a equivocarme, a correr riesgos que me han llevado a cumplir cada meta.”
Mercedes inició su Negocio Mary Kay® un 30 de Agosto del 2013, con muchas ilusiones, anhelos, sueños y metas por cumplir. Contando con el apoyo incondicional de sus padres y hermanos desde el inicio.
Desde pequeña soñaba ser ginecóloga y uno de sus mayores deseos era poder ayudar a otras mujeres, a través del servicio. Está convencida que Dios tiene el mejor plan y le dio la oportunidad de poder conocer una carrera extraordinaria en uno de los mejores momentos de su vida. Estaba cerrando la Universidad como Administradora de Empresas y al culminar decidió retomar ese sueño a través de la Carrera Mary Kay®. Nacer en una familia de negocio fue una de las razones que la motivó a ser una emprendedora.
En Mary Kay® ha alcanzado seguridad y confianza en sí misma y desarrollado habilidades para poder ayudar a otras mujeres a descubrir su potencial y lograr sus metas. “Esto es una de las mejores satisfacciones que puedo tener. ‘Dar sin Recibir Nada a Cambio’ (Mary Kay Ash).”
En mayo del 2017 logra una de sus metas mas anheladas en la carrera Mary Kay: el Directorado de Ventas, en sus propias palabras nos dice:
“Alcanzar el Directorado es una gran bendición para mi vida y mi familia al ver lograda una de mis metas: ¡Ser Directora de más de 50 Consultoras que ahora forman parte de mi hermosa Unidad Amanecer!
Aun hay otras metas por alcanzar y trabajar duro, conocer varios rincones de nuestro país para poder pintar de Rosa a Guatemala. Hay mujeres que aún están en espera de una grandiosa oportunidad y que están listas para poder trabajary soñar junto a esta gran familia Mary Kay®.”
«Estar en Mary Kay® me ha ayudado a descubrir el potencial que tengo.»
Karina inició su negocio el 3 de Julio del 2003. Ella había usado los productos Mary Kay® en Estados Unidos y estaba muy contenta con el resultado que habia tenido en su piel. Inició su negocio con dinero prestado y una determinación muy firme y hoy después de 16 años de Carrera sigue como Directora de Ventas, acercándose a más mujeres y enriqueciendo sus vidas.
En sus palabras nos dice: “Estoy haciendo algo que me gusta y que haré siempre. Agradezco a Dios, a Inversiones Masdel y a mi Mamá Mary Kay® mi querida Mary Pineda, quien fue mi inspiración y mi maestra. Me siento orgullosa de pertenecer a la mejor empresa del mundo, de gran prestigio y que ayuda a la mujer guatemalteca a enriquecer la vida de las mujeres, con principios y que me ha enseñado a poner primero a Dios, segundo la familia y de último mi trabajo. También agradezco a Dios por las maravillosas mujeres que conforman mi Unidad Estrellas y quienes toman como lema de vida el ayudar a otras mujeres a enriquecer sus vidas y a presentar los fabulosos productos Mary Kay®”.
Una de sus más grandes recompensas ha sido ganarse el Viaje a Dallas, en donde pudo conocer la Compañía, ser tratada como una reina y compartir con Directoras de todo el mundo.
“Trata a todas las personas por igual, valora su trabajo y corrige los errores, ese es un trato de respeto. Cuando las personas son respetadas se sienten aceptadas y motivadas para seguir con sus trabajos y desarrollando sus capacidades personales y laborales. Es exactamente lo que describe nuestra Regla de Oro.”
“Cuando tenemos la capacidad de analizar, cada cierto tiempo, las actividades y resultados de nuestro Negocio aplicamos la autocrítica. Es una manera de evaluar cuáles son las fortalezas y debilidades que tenemos, esto forma parte de saber asumir los aciertos y errores cometidos e ir mejorando día a día.”
Inicié mi negocio Mary Kay el 6 de mayo de 2004, a partir de esa fecha mi vida cambió totalmente, descubrí que Dios me había dado otros dones que nunca había puesto en práctica y desconocía que tenía antes de entrar en Mary Kay®.
Me siento muy feliz de pertenecer a una empresa reconocida internacionalmente, y admiro a Dios por su misericordia y su bondad hacia mí. El ha puesto personas en mi camino que han sido inspiración para mi vida, una de ellas es mi querida Directora Glenda Pozuelos, una mujer ejemplar de apoyo incondicional para mí.
Me siento orgullosa de pertenecer a la familia Mary Kay®, me considero una mujer valiente, trabajadora y de origen humilde. Soy la séptima hija de diez hermanos. En los años 80 fuimos víctimas del conflicto armado en mi pueblo San Juan Cotzal, mi padre fue secuestrado y asesinado, por lo que emigramos a Santa Cruz del Quiché, donde con el apoyo de mis hermanos mayores tuve la oportunidad de estudiar. En ese tiempo el ministerio de educación me favoreció con una beca para estudiar como Maestra de Educación Primaria en la Escuela Normal Regional de Occidente de Santa Lucia Utatlán, Sololá.
Trabajé 27 años en el magisterio nacional y estando ahí inicié mi negocio Mary Kay®, con mucho miedo, porque era una persona tímida, que pensaba que no era capaz. En el año 2013 me jubilé en el Magisterio y me dediqué solo a Mary Kay®.
Conocí los productos de esta maravillosa Empresa porque una hermana de la iglesia me ofreció un facial de cortesía, desde ese momento me enamoré de Mary Kay®. Nunca me había aplicado una crema en mi rostro y sentí ese día como mi piel se sentía tan diferente que me emocioné y en ese instante decidí inscribirme en Mary Kay. Debido a mi timidez comencé a realizar faciales sólo con mis hermanas y pedían su set completo y así de la misma manera empecé a ofrecerles a mis compañeras de trabajo y gracias a Dios todas me compraban, pasaron los años y seguí mi constancia en mis pedidos mensuales.
En Febrero del 2017 logré el Directorado de Ventas, agradezco a mi familia por su apoyo incondicional mi esposo Hugo Pereira, mis hijos Keny, Leidy, Ester y mis nietos que tanto amo son mi inspiración para seguir adelante.
Mi seguridad ahora es distinta me encanta lo que hago, sé que esta empresa es de bendición y que por medio de ella puedo ayudar a muchas mujeres para que igual que yo transformen sus vidas y crean en si mismas, en sus sueños, todo es posible con Dios como el centro de nuestras vidas
Hoy me siento una mujer muy bendecida y feliz de contar con el apoyo de mi Unidad MUJERES DE IMPACTO, que al igual que Mary Kay impactó mi vida, quiero que cada una de ellas sigan trasformando sus vidas y dando a conocer lo maravilloso de Mary Kay, mi deseo es que cada día crezcan en este maravilloso negocio.
“Todo comenzó hace 12 años, un 30 de Julio del 2007 siendo comerciante de productos domésticos, casada y con un hijo pequeño, siempre trabajé arduamente en todos los lugares con jornadas exhaustas y resultados poco satisfactorios, llegó a mí la oportunidad Mary Kay® por medio de mi mamá MK Mary Pineda que con entusiasmo y motivación me enseñó que Mary Kay® no es una simple venta de catálogo, sino un negocio sólido y profesional. Con muchas dudas y temores tome la decisión de iniciarme.
Recuerdo que al recibir mi primer orden de compra con mi Kit de Inicio sentí mucha emoción al ver todo lo fabuloso y nuevo que traía para mí. Enseguida organicé mi primera Fiesta del Cuidado de la Piel con el apoyo de mi Directora y fue allí que dejé atrás mis temores de que con sólo vender “cremitas” podría sostener a mi familia.
Conforme al tiempo me levantaba cada día más enamorada de lo que hacía en Mary Kay® dejando atrás mi antiguo trabajo. A los dos meses de haber iniciado asistí a mi primer Seminario donde quedé maravillada al ver algo que nunca había visto, mujeres apoyando a otras mujeres, todas tan positivas tan sonrientes, tan glamorosas y me dije a mi misma “Yo quisiera estar en ese escenario el próximo año” y ¡Fue en ese el momento donde me enfoque y puse manos a la obra!
Al año de haber iniciado esta gran Oportunidad Mary Kay®, logro cumplir el Sueño del Directorado, JAMÁS olvidaré mi graduación de Directora Mary Kay® donde me realicé como persona, mujer y madre al ver el rostro de felicidad de mi hijo al sentirse orgulloso de mi, siendo él mi mayor motivación para trabajar. Mi vida cambió totalmente, dió un giro de 190 grados al darme cuenta de todo lo que yo podía realizar: Bendecir la vida de muchas mujeres a través de esta fabulosa Empresa, tener la satisfacción de poder viajar, mejorar mi estilo de vida y poder servir a Dios y estar con mi Familia sin descuidar mi Negocio Mary Kay®.
Me siento muy orgullosa de mi Unidad Mujeres Virtuosas y agradezco a Dios por haberme puesto en esta gran Empresa y por tener la oportunidad de conocer tantas personas especiales en mi vida.”
“Una mujer que no creía en ella, se animó a vencer sus miedos y logró lo que nunca imagino poder realizar”
–Mery Hernández.
“Antes de conocer el Negocio Mary Kay®, era una chica comerciante, tenía mi propio negocio de accesorios americanos, pero tiene un nombre más escuchado (venta de paca). Vengo de una familia donde todos son comerciantes, en donde yo me miraba en un futuro tomar los negocios de mis padres. Trabajar de lunes a domingo porque se requería estar todo el tiempo y trabajar en cuatro paredes todos los días. Sin futuro, sin motivación y una autoestima baja. Pero como dice en un verso bíblico y me encanta. ‘Porque mis pensamientos, no son vuestros pensamientos ni vuestros caminos mis caminos dice Jehová’ Isaías 55:8.
Fue así donde los planes de Dios son perfectos porque me dio la oportunidad de haber conocido a mi Mama Directora Eli de Osorio, fui un contacto en frío, en ningún momento había recibido una asesoría del cuidado de la piel, no sabía sobre la marca Mary Kay®, pero recuerdo esa linda tarde que apareció Eli en mi vida regalándome una tarjeta de presentación lo que me llamó la atención y sobre los maravillosos productos de Mary Kay®.
Me encanta estar conectada a las redes sociales, entonces busqué la página de mi Directora Eli, para saber de qué se trataba lo que me había hablado. Mi sorpresa fue encontrar a un grupo de mujeres guapas y contentas, cantando la canción del entusiasmo Mary Kay, eso me impactó para iniciar el negocio Mary Kay®. Porque yo quería esa alegría que ellas trasmitían en ese hermoso video y sobre todo estar con ellas.
Después de eso le escribí para pedirle información sobre el Negocio y me encantó el plan de mercadeo, los beneficios y sobre todo el reconocimiento. Fue así que me inicié en Mary Kay® el 20 de septiembre del 2016. A una semana de mi inicio, se iba a llevar a cabo el Seminario, mi Directora me motivó a ir y yo asistí. Ahí me di cuenta de la oportunidad que tenía para mí de ser una mujer exitosa, el orgullo de mi familia, la mano derecha de mi esposo para sostener nuestro hogar, el mejor ejemplo para mi hija Genesis Noemi y sobre todo poder ayudar a mujeres por medio de este hermoso NEGOCIO.
Desde el momento que tomé la decisión de iniciarme en el negocio, siempre tuve el apoyo de mi esposo Gerber Martínez, el creyó en mí y siempre he contado con él en los momentos felices y tristes. Todo empezó a cambiar en mi vida. Me di cuenta del potencial que tenia guardado dentro de mi y de lo que soy capaz de lograr. Como decía Mary Kay Ash: ‘Si piensas que puedes, puedes, si piensas que no puedes estas en lo cierto’.
¡Yo si puedo con Mary Kay®! Porque logré uno mis sueños: el Directorado. Estoy super feliz, agradecida porque Dios me dio la oportunidad de tener mi propia Unidad Rubí. Una Unidad hermosa, de mujeres extraordinarias donde voy conociendo sus sueños y a ser parte de ellos. Mi más grande Sueño es enriquecer la vida de varias mujeres por medio del Negocio. Sobre todo que mi Unidad sea de bendición para cada chica que ingrese y se conviertan en Directoras Mary Kay®.
Solo puedo decir: ¡Gracias Mary Kay®!”
Mary Kay® llegó a mi vida en un momento muy díficil, ya que acababa de fallecer mi esposo, una Consultora me ofreció un facial de cortesía le dije que no y a los meses volvió a ofrecérmelo en mi Salón de Belleza, ya que siempre me había dedicado a esto , le dije que si y me fascinó cómo quedó mi piel. Ese día le compré cremas del cuidado de la piel y me preguntó si estaba interesada en vender los productos Mary Kay®, le contesté que no, porque no tenía el capital para invertir, pero me llamó mucho la atención cuando me dijo que se ganaba el 50%, entonces junté el dinero y me inscribí.
Luego me di cuenta que Mary Kay era fabuloso y cuando fui a mi primera Reunión de Unidad, descubrí que tenía que aprender a realizar faciales y Fiestas del Cuidado de la Piel para vender más y a dar a probar el producto a otras mujeres. Aprendí que si quería crecer tenía que asistir a mis Reuniones de Unidad y luego me di cuenta que Mary Kay® tenía 2 remos: vender e iniciar para formar mi equipo de trabajo, así empecé a iniciar y a subir mi nivel de Consultora, hasta llegar a Escalera del Éxito Perla. Así comencé y descubrí que el ser Directora era lo mejor .
Mi éxito en Mary Kay® es ser obediente, creer en mi y principalmente creer en Dios. Me gusta mucho los cimientos en que fundó en la empresa la Sra. Mary Kay Ash primero Dios, segundo la Familia y tercero la Carrera. Hoy por hoy sé que estoy en la mejor Empresa del mundo.
Me fascina saber que puedo ayudar a muchas mujeres y a enriquecer sus vidas. Amo lo que hago y me siento satisfecha de los muchos logros, como ser Reina de Ventas a nivel Directoras en el 2017. Antes de ingresar a Mary Kay® no sabia manejar, ahora he cambiado mi carro 4 veces y me siento feliz porque lo he podido hacer gracias a mi Negocio Mary Kay®. También he logrado cumplir el sueño de mi hijo Carlitos al comprarle su carro.
Falta mucho por hacer y es lindo saber que tengo un equipo de mujeres en mi Unidad que lleva por nombre Jesus en Tí Confío.
Me llamo Elisa de los Angeles Velásquez Morales tengo 29 años y soy originaria de Santa Cruz del Quiche. Inicié mi negocio Mary Kay® en Febrero del 2015 por sugerencia de mi hermana pues yo buscaba una oportunidad laboral donde pudiera disponer de mi tiempo por mi bebé recién nacida, Sofía mi hija tenía 3 meses cuando arranqué este hermoso proyecto de vida. Nunca había trabajado y menos había vendido algo en toda mi vida, posiblemente tenía miedo porque era algo totalmente nuevo para mí pero era mayor la necesidad económica que tenia que no tuve tiempo a ponerme a pensar si podía o no.
Mi mamá Directora Evelyn Domínguez vivía en Chiquimulilla, Santa Rosa y como no la tenía cerca me capacitó por teléfono y cuando me di cuenta ya estaba haciendo el negocio. Lo tomé muy en serio y me comprometí, porque desde mis primeros pasos en Mary Kay® me enamoré del Directorado y aunque no sabía ni cómo, ni cuándo, tenía muy claro por qué yo hacía el negocio. Mi hija es el motor que me mueve todos los días mi vida y me inspira a no detenerme jamás. Entendí que por ella debía hacer las cosas y no podía usarla como pretexto.
Desde el momento que decidí hacer el negocio tuve el apoyo total de Diego, mi esposo, al no limitarme y darme su confianza. El me llevó a mi primer Evento de la Compañía y desde entonces me llevaba a donde fuera necesario porque el también creyó en Mary Kay® como un cambio de vida para ambos. Nos convertimos en un equipo y la distancia para cualquier evento no era un impedimento. Es aquí donde vivo día con día la importancia de la familia para nuestra compañía pues ha cambiado nuestras vidas en todo sentido.
Al iniciar mi negocio, mis papás no estaban de acuerdo con mi decisión, ellos todo el tiempo sugerían que buscara un empleo “estable” pero yo ya había descubierto todo lo que la Compañía tenía para ofrecerme a mí y todas las mujeres guatemaltecas. Literal, Mary Kay® es una Compañía que enriquece la vida de mujeres y familias alrededor del mundo y yo estoy muy agradecida con Dios por hacerme parte de este hermoso legado y trasmitirlo a todas las generaciones que Él me lo permita.
Cada mujer es única y dotada de dones maravillosos esperando por salir, solo nos toca darnos el sí a cada una para descubrirlos, multiplicarlos y bendecir vidas por donde Dios nos permita caminar. Me siento muy feliz y orgullosa de cada hermosa mujer que forma parte de mi unidad JADE, pues sé que Dios tiene planes increíbles para ellas a través de nuestra Compañía y ellas todo lo necesario para cumplir sus metas y sueños.
Ahora mi familia se sorprende de cómo Mary Kay® me ha trasformado (risas), y no hay mayor satisfacción como hija que mis papás se sientan orgullosos de mí y felicidad tan grande de poder compartir este legado y todos sus beneficios con mi esposo e hija.
¡Gracias Mary Kay Ash por dar al mundo sin esperar nada a cambio!
Cuando tenía 38 años de edad, emigré a USA y regresé por decisión personal a los 45 años, sin saber cómo iniciar nuevamente en Guatemala. Venía muy destrozada, con el corazón en la mano por haber perdido a mi hijo de apenas 19 años.
Al regresar a Guatemala, me dediqué a vender joyería y productos de otras empresas, llegando a probar muchos, pero sólo Mary Kay® fue quien me convenció.
Fue hasta iniciarme como Consultora de Belleza Independiente en Mary Kay® cuando mi vida cambió. Mary Kay® me dio la oportunidad de desarrollarme económica y personalmente y ha hecho que mi vida sea muy exitosa. Hoy por hoy vivo muy sólida, feliz y muy plena.
La frase que me inspira a seguir avanzando es: “Un valiente crece y se forma atravesando tormentas y en tiempos difíciles: Resiste, Insiste, y Persiste”.
Llegar a Mary Kay® es como lo dice la Biblia: “Muchas son las llamadas, pero pocas son las elegidas” y yo me siento muy orgullosa y agradecida de ser parte de Mary Kay® y ser Directora de Ventas de mi Unidad Emprendedoras, es aún más placentero para mí.
Nací y crecí en Guadalupe, Nueva Santa Rosa ayudando a mi mamá desde los 6 años en la tienda familiar que a la fecha aún conservan. Como era tan pequeña me costaba llegar al mostrador pero yo buscaba siempre la forma de colaborar. A los 8 años salía a vender tomate y aguacate, algunas veces por el peso me caía y lastimaba mis rodillas pero me levantaba y continuaba vendiendo; mis padres a la fecha siguen siendo mi mejor ejemplo de cómo administrar bien un Negocio.
Estudié Corte y Confección y a los 18 años me gradué de Estilista en Belleza. Me casé y al año tuve a mi hijo Enrique. Nuestro sueño era mejorar nuestras vidas y buscar nuevas oportunidades para lo cual mi esposo arregló nuestras visas para viajar a Estados Unidos. Por algún tiempo iba y venía, hasta que me quedé en USA por 4 años. Trabajaba mucho, viviendo ahí conocí los fabulosos productos Mary Kay® y me inscribí con $100.00. Regresé a Guatemala ya que mi hijo tenía Síndrome de Lenus. Mi deseo de salir adelante siempre estuvo presente; empecé a trabajar en una compania de celulares donde al invertir Q.1,000.00 ganaba Q.70.00 al consumidor final y el 1 y 2% en el punto de venta.
En un momento todo cambió, me quedé sin trabajo. Lloraba y lloraba porque no sabía qué hacer ya que necesitaba Q.3,000.00 en efectivo para comprar la medicina de mi hijo. Recordé lo bien que me había ido con Mary Kay® así que busque la Empresa en Guatemala. Llamé y me refirieron a quien es hoy en día mi Directora Maritza de Ochoa, quien siempre me ha apoyado. Ella me enseñó que Mary Kay® no es solo vender productos es CAMBIAR VIDAS. Mi vida dio un giro ya que invertía menos y ganaba más. Nunca imagine que al iniciar mi negocio con tan solo invertir Q.2,645.00 iniciaría toda una historia que me llevó a convertirme en Directora. Por lo cual estoy muy agradecida con Dios, mi Directora, mi fabulosa Unidad y al ejemplo que siempre me han dado mis padres.
Soy madre de un joven especial, quien fue la inspiración y motivación para alcanzar el Directorado. Dios nos dio esa luz para seguir adelante a pesar de que nuestro país se encuentra en cuarentena por la situación del Coronavirus. ¿Cómo logramos alcanzar la meta? Con un trabajo constante y de equipo, teniendo siempre presente La Regla de Oro: Haz a otros lo que te gustaría que te hicieran a tí. Siendo agradecidas en todo momento. Realizamos muchos contactos. Le enseñé a mi Unidad a vender en Sets y a Iniciar con el corazón. Contagiar de entusiasmo y de mucha motivación a pesar de los momentos difíciles, se formó el sentimiento de que podíamos lograr cualquier cosa que nos propusiéramos.
Mi compromiso es ganar mi primer Trofeo sobre Ruedas y Viajar al Estilo Mary Kay®. Recuerda Mujer guatemalteca que si yo pude, tú también puedes. ¡Sueña en grande!, el tiempo es corto, deja huella y ten siempre presente las prioridades: DIOS, FAMILIA Y CARRERA
«REGALA LO MEJOR QUE TENGAS DENTRO DE TI Y ESO TE HARÁ DIFERENTE.»
Esta hermosa aventura inició hace 2 años en el 2017 cuando por medio de redes sociales contacté a mi Directora Evelyn Domínguez quien me compartió la oportunidad del Negocio y la fabulosa Carrera Mary Kay®. Sin embargo tomé la oportunidad porque necesitaba un ingreso extra para ayudar a mi familia. Mi Directora me enseñó a realizar Fiestas del Cuidado de la Piel que son el corazón de nuestro negocio y en el primer mes como Consultora de Belleza Independiente me sorprendí de todo lo que podía ganar, además del desarrollo profesional sin límites.
Meses después, asistí a mi primer Seminario donde descubrí todo lo que esta hermosa Empresa ofrece a las mujeres y me di cuenta la transformación de vida de otras Directoras; por lo que tomé la decisión de dejar mi trabajo y dedicarme en tiempo total a Mary Kay®. Dos años después logré una de mis metas que era ser Directora de Ventas, la cual alcancé junto a mi maravillosa Unidad Perla, en Septiembre del año pasado.
Ahora que soy Directora, he tenido la oportunidad de conocer a mujeres extraordinarias que me han inspirado a ser mejor persona cada día, me encanta poder enseñarles que depende de nosotras mismas crear nuestro propio destino. Mi deseo es poder seguir enseñando a más mujeres que los sueños sí se pueden hacer realidad. Mary Kay® me ha enseñado que lo más importante es la Actitud Positiva, aprendí a desarrollar mi capacidad de hacer frente a las adversidades de la vida, a transformar el dolor en fuerza motora para superarme y salir fortalecida de ella.
Puedo enseñarles a mis dos hijas Stephanie y Lucía que una Mujer Puede; que somos capaces de conseguir todo lo que nos propongamos, siempre teniendo a Dios en nuestro corazón; además con esfuerzo, dedicación y enfoque en nuestros sueños y metas. Valoro lo más importante que Dios me ha regalado, mi familia, especialmente a mis padres que han estado siempre conmigo. Económicamente Mary Kay® me ha permitido tener un nivel de vida muy bueno y sé que puedo lograr más, ya que no hay límites. Mary Kay® es una Compañía con valores que reconoce constantemente el desempeño de sus Consultoras además de las capacitaciones constantes que ofrece.
Estoy agradecida con mi Negocio Mary Kay® porque lo mejor de todo (además del crecimiento personal y profesional que me ha brindado), es que ahora soy una mujer libre, vivo en paz y soy feliz.
Cuando Mary Kay® llegó a mi vida, tenía algunos meses de haber vivido una separación y aunque siempre fui una mujer emprendedora, el cuidar de mis hijos, mi casa, mis ventas (joyas, ropa etc.) y las clases de inglés que daba por las mañanas, me dejaban agotada y desmotivada. Siempre he sido una mujer de fe y un día estando en un centro comercial, me encontré a una amiga que hacía muchos años no veía. Ella acababa de ingresar a Mary Kay® y estaba formando su equipo. Me dijo que Dios le había puesto mi nombre durante sus oraciones y no sabía donde localizarme, pues quería darme la oportunidad que ella estaba viviendo. Fue así como sin darme a probar los productos, nos reunimos a hablar de negocios.
Al presentarme el plan de mercadeo y las oportunidades de crecimiento, tanto laboral como emocional, me interesó muchísimo. En esos días había comenzado a buscar un trabajo que me permitiera estar más tiempo en casa y ver de mis hijos, ya que los dejaba solos y eran adolescentes. Buscaba también mejorar mi imagen y la seguridad en mí misma que había perdido. Me había cansado de cobrar, de ganar poco, de no tener incentivos y por supuesto quería ser independiente y no tener jefe. Esa misma tarde solo probé el «Set Manos de Seda» y le pedí a Dios me guiara, ya que tomé la decisión de renunciar a mi trabajo y dedicarme única y exclusivamente a Mary Kay®. Por supuesto que no tenía el dinero para la inversión. Sin embargo, Dios lo tenía todo planeado. Cuando fui a renunciar a mi trabajo como maestra, me agradecieron mi honestidad al contarles con tanta ilusión que tenía enfrente la oportunidad de mi vida y se alegraron tanto por mí, que me dieron mi tiempo.
Así inicié mi negocio sin saber nada de maquillaje, del cuidado de la piel y menos de lo que era ser una líder. Me propuse cada mes aumentarme el sueldo e ir creciendo al mismo tiempo en la Carrera hacia el Directorado. Con gran paciencia y sabiduría recuerdo que me fueron guiando semana a semana lo que tenía que hacer. No cabe duda que la clave es ser OBEDIENTE y mantener una actitud positiva todo momento. En 3 meses ya era Saco Rojo y en un año, calificando al Directorado, gané mi primer viaje a Dallas. Mis ingresos, mi autoestima y mi arreglo personal habían cambiado totalmente. Al año siguiente volví a viajar a Dallas ya como Directora y la mayor satisfacción era escuchar a mis dos varones decir lo orgullosos que se sentían de su mamá. Aprendí que la Regla de Oro, las prioridades y el Espíritu de Entrega eran herramientas que me acompañarían toda mi vida.
En Octubre de este año cumpliré 22 años de Carrera Profesional, en los que he tenido la oportunidad de capacitar a mujeres, tanto de Guatemala como de El Salvador en diferentes Seminarios y Eventos de la Compañía, la oportunidad de tener mi hermosa «Unidad Colmena» y ver cambiar muchas vidas. Cuando gané mi Trofeo Sobre Ruedas, descubrí que en Mary Kay® nos forman para poder ser inspiración de muchas mujeres y sin darnos cuenta, guiamos a otras con el ejemplo.
Por 17 años tuve la bendición de trabajar con el mejor socio del mundo, “Mi Papá” al cual todas llamaban “Abuelo Mary Kay”. Cada Seminario iba conmigo a la recepción de la realeza, orgulloso de estar presente cuando era premiada. De él aprendí el servicio al cliente y la forma de trabajar con integridad y honestidad. Durante 5 años, tuve el honor de cuidarlo en su vejez y sus grandes problemas de salud, sin embargo mi negocio nunca cerró, pude trabajar desde casa al mismo tiempo que lo atendía.
Siempre estaré agradecida con Dios por haberme puesto un corazón dispuesto, con la Señora Mary Kay®, por pensar en una compañía tan hermosa y con la familia Aceituno por su apoyo, guía y cariño.
“No hay mayor satisfacción que darse a los demás con el corazón.”
Hace 28 años conocí los productos Mary Kay® y me cautivaron en una clase del cuidado de la piel en E.E. U.U. Fui invitada a una presentación para probarlos. En ese entonces me encontraba en ese país y sólo me quedaban 2 días para mi viaje de regreso a Guatemala. En esa etapa de mi vida tenía un taller de modas muy acreditado y fue una bendición poder trabajar desde casa, al mismo tiempo que cuidaba de mis 4 hijos. Así pasaron 3 años de tan linda experiencia usando únicamente los productos Mary Kay® que me enviaban de EE UU.
En Marzo del 94, conocí a una ex Consultora de Mary Kay® que llegó a mi casa después de saber que yo estudiaba Cosmetología y Belleza. Me propuso que le comprara el Set de Consultora que ella había adquirido y nunca usó. No lo pensé mucho y me quedé con él. Sabía lo que estaba comprando porque conocía muy bien los productos y sus resultados en mi piel; no así, a la gran oportunidad de negocio que estaba tocando a mis puertas.
Así empieza mi historia con Mary Kay®. Nunca me imaginé todo lo que podía alcanzar, crecer y desarrollarme como persona y llegar al lugar perfecto para encontrarme con mujeres al igual que yo, con muchas necesidades emocionales. Lo que más impactó mi corazón, fue conocer un poco de la Vida de la fundadora de esta Compañía, la Sra Mary Kay Ash, quien fundó su Empresa sobre CUATRO PILARES: Las PRIORIDADES: DIOS, FAMILIA Y TRABAJO, LA REGLA DE ORO, EL HACER SENTIR IMPORTANTE A CADA PERSONA Y EL ESPÍRITU DE ENTREGA, que deben formar parte de nuestra vida diaria. Así fui enamorándome más de esta oportunidad donde encajaba muy bien con mis principios y valores, firmé el acuerdo de Consultora de Belleza.
Mi primer meta fue comprar un carro para mi nuevo trabajo, que haría a medio tiempo pues todavía tenía mi taller de modas. Lo alcancé a los 10 meses de haber iniciado mi negocio y así fui alcanzado todo lo que me proponía. Debo enfatizar que en cualquier negocio que emprendemos la perseverancia, constancia, la fe en Dios y en uno mismo con la actitud correcta, son ingredientes indispensables.
En el Seminario del año 99 al observar a un grupo de Directoras exitosas que desfilaban y compartían sus testimonios nació el sueño de ser Directora de Ventas. En Enero del 2,000 dí el paso que cambió el rumbo de mi vida, a pesar de estar viviendo uno de los momentos más difíciles. Sin embargo pude encontrar la fortaleza en Dios y su palabra que me guiaron para poder salir adelante. Así empecé a compartir la Carrera con muchas mujeres y a enriquecer sus vidas, logrando el nivel de Directora de Ventas en 6 meses. Dios abrió los cielos a mi favor y me permitió formar mi Unidad a la cuál llame MANÁ porque cada mujer que creyó en la Oportunidad de Mary Kay® fue una provisión de Dios. MANÁ es un gran equipo de mujeres que amo y me debo a ellas, a quienes inspiro a través del ejemplo para que cumplan también sus sueños.
Ese mismo año gané el soñado Viaje a Dallas y he sido ganadora de dos Trofeo Sobre Ruedas. He disfrutado viajar con mis hijos con gastos pagados, incluído Europa y la compra de una hermosa casa. Sé que sin la ayuda de Dios no hubiera sido posible ninguno de mis logros. También a todos los beneficios que tiene esta hermosa Carrera de Mary Kay® que cambia vidas, a quien bendigo y agradezco por enriquecer a la mujer guatemalteca.